Todo sobre el dolor de rodilla
El dolor de rodilla es una de las quejas de mayor frecuencia en todo tipo de personas. No respeta edad, género, ni condición. Las causas del padecimiento son varias y pueden reflejar lesiones y afectaciones médicas derivadas de enfermedades crónico degenerativas.
En la mayoría de los casos, el dolor de rodilla es causado por desgaste del cartílago, ruptura de meniscos, esguince o ruptura de ligamentos y tendinitis. Del mismo modo, en algunos pacientes, el dolor puede controlarse con medidas de cuidado personal. Sin embargo, cuando el dolor persiste por un tiempo prolongado, la fisioterapia ayuda a eliminar y corregir las causas del padecimiento. Recuerda que, de no atenderse el dolor, puede volverse crónico y, en muchos casos, requerir una intervención quirúrgica para aliviarlo.
¿Cómo puedes saber el origen de tu dolor de rodilla?
- Desgaste de Cartílago: A menudo se acompaña de una inflamación permanente, no siempre dolorosa, de la parte frontal de la rodilla. Lo anterior causa dolor para subir o bajar escaleras, caminar y otras actividades diarias. El dolor incrementa cuando caminas.
- Ruptura de Meniscos: Usualmente existe una sensación de que la rodilla “se queda trabada” al doblarla o estirarla.
- Esguince o Ruptura de Ligamentos: Puedes sentir la rodilla inestable e inflamada.
- Tendinitis: El dolor se centra en la parte frontal de la rodilla e incrementa al doblarla.
Existen otras alteraciones que generan un dolor importante en la rodilla y suelen pasan desapercibidas:
- Restricción muscular: Relacionada a menudo con una baja ingesta de agua, poca flexibilidad muscular y presencia de colesterol y triglicéridos elevados en sangre.
- Desequilibrios musculares: Existen músculos más rígidos o débiles que otros. En ocasiones, suele ser tan notorio que al ponerte de pie tus rodillas “chocan” o quedan “arqueadas”.
- Sobreuso articular por alteraciones posturales: En otras palabras, puedes usar una rodilla más que la otra; simplemente por tener una pierna corta o por pie plano, entre muchas otras causas.
Recomendaciones para aliviar el dolor de rodilla
Si tienes dolor de rodilla constante, acécate a un especialista en fisioterapia. Recuerda que en tu consulta de evaluación debes señalar si el dolor que tienes es agudo (apareció después de algún golpe, giro o movimiento brusco de rodilla) o crónico (por actividades repetidas de la rodilla como actividades deportivas o de ocio). Además también debes señalar en que parte de la rodilla localizas tu dolor. Como último paso, menciona si el dolor aumenta o disminuye en ciertas posturas.
Con la información que brindes, el especialista determinará las posibles causas de tu dolor y pondrá un plan de acción para eliminarlo de forma definitiva y efectiva. Recuerda que, los pequeños cambios también ayudarán a mantener saludables tus rodillas; consume más agua, menos café y refresco, no olvides realizar ejercicios de estiramiento para las rodillas y ¡revisar tu postura!
